Descansamos en el Punto Uno

Los cuatro principios básicos 
de Koichi Tohei Sensei

Descansamos en el Punto Uno
Estamos completamente relajados
El peso está en la parte inferior
El Ki se extiende infinitamente

Onegaishimasu. Buenas tardes a todos. 

Alumnos: Buenas tardes, Sensei. 

Estas próximas cuatro sesiones se centrarán en los Cuatro Principios Básicos de Koichi Tohei Sensei. Sin embargo, antes de comenzar estos comentarios, leeré “El Punto Uno en el abdomen inferior” del libro Shokushu de Koichi Tohei Sensei: 

El universo es un círculo ilimitado con un radio infinito. Éste, condensado, se convierte en el individuo, luego se condensa más y se convierte en el Punto Uno en la parte inferior del abdomen. Este regalo del Punto Unoes el centro mismo del universo. Calmemos nuestra mente en este Punto, y automáticamente experimentaremos el Ki infinito del universo.

A continuación, me gustaría leer una selección más del Shokushu, que es “Reiseishin“, o “la Mente Universal”: 

Como seres humanos se nos ha dado una mente que está directamente conectada con el universo. Esto es Reiseishin.

El agua, cuando está en calma, puede reflejar claramente la luna. Cuando nuestra mente está en calma, Reiseishin se expresa de manera clara e inconfundible. En cuanto surge esta mente, en ese momento, cualquier deseo y afán egoísta desaparece y brilla la mente universal de amor y protección hacia todas las cosas. Pulamos nuestro Reiseishin.

Leí también Reiseishin porque se refiere a cada uno de nosotros siendo uno con el Universo y el Punto siendo el centro de ese Universo. 

Esta noche comenzamos con “Descansamos en el Punto Uno”. Podemos utilizar los Cinco Principios del Punto Uno de Tohei Sensei para ayudarnos a entender esta enseñanza más profundamente. 

1) Una postura en la que no se enfoca en la parte inferior del abdomen.
2) Una postura en la que el peso de la parte superior del cuerpo cae sobre el punto uno. 
3) Una postura en la que no se nota la respiración.
4) Una postura en la que se puede aceptar todas las cosas.
5) Una postura que inicia toda acción. 

Prestad especial atención al número 5, el resumen: “Una postura que inicia toda acción”. Aquí se refiere a la propia fuerza creativa. Descansar en el Punto Uno es una “postura” física y mental que está en contacto con esta fuerza creativa y la utiliza. Toda acción se inicia con nuestra mente cuerpo a través de lo que llamamos el Punto Uno del abdomen inferior. A veces, hablo de él como una puerta entre la mente pequeña y la mente universal, o Reiseishin. Esto es lo que se llama en una película de ciencia ficción… 

Alumno: ¡Puerta a las estrellas! 

Sí, “puerta a las estrellas”. Una puerta a las estrellas es algo que se atraviesa de un mundo a otro, pero… 

Alumno: También un agujero espacio-temporal.

Bien, gracias. Veo que tenemos muchos seguidores de la ciencia ficción aquí. Por supuesto, no salimos físicamente de este mundo, como podríamos hacerlo en un agujero espacio-temporal. La forma en que entendemos este Punto Uno es importante. Los Cuatro Principios Básicos son un aspecto muy importante de esta enseñanza. Cuando Tohei Sensei nos da los Cinco Principios del Punto Uno, en realidad espera aclarar más su experiencia de lo que él llama “descansar en el Punto Uno en el abdomen inferior”. 

En nuestro caso, hemos decidido practicar Aikido. Y muy específicamente, hemos decidido practicar el Shinshin Toitsu Aikido de Tohei Sensei, o “Aikido de Mente y Cuerpo Unificados”. Así, lo que Tohei Sensei dijo sobre esto, tanto cuando enseñaba como en el Shokushu y en sus otros escritos, nos proporciona grandes pistas. No es que haya algo que debamos averiguar. Pero es muy importante que el tipo de práctica que hacemos nos lleve a un alivio de la lucha, o del sufrimiento. Porque si no lo hace, ¿para qué molestarse en practicarla? 

Cuando estoy con alumnos, la pregunta más común que recibo sobre el Aikido es “No entiendo el Punto Uno”. Hay una persona con mucha experiencia de otra escuela de Aikido que viene y entrena en mis seminarios en los Países Bajos. En varias ocasiones, me ha expresado que no entiende el Punto Uno. Básicamente, dice que cree que lo entiende hasta que me ve de nuevo. Entonces ya no lo entiende. Su dificultad es que quiere precisar el significado del Punto Uno, para tener algo de que agarrarse. Pero esto no es posible con algo como el Punto Uno. Y como él es de otra escuela de Aikido, no está practicando y enseñando el Punto Uno, excepto cuando viene a verme. El Punto Uno no es algo que simplemente aprendemos y luego lo tenemos. Practicamos tener la experiencia constantemente. Es una manera de vivir. 

Muchas veces cuento esta historia semejante para los alumnos que parecen estar luchando por descubrir la comprensión del Punto Uno en la parte inferior del abdomen: Yo siempre iba a visitar a Koichi Tohei Sensei en Japón al menos una vez al año, y cada año antes de llegar, me imaginaba que tenía un nuevo nivel de comprensión. O sea, había entrenado y entrenado hasta llegar a un punto al que podía pensar en un tema, podía conceptualizarlo y así imaginar que lo entendía claramente. Siendo instructor, podía enseñarlo. Entonces llegaba a la presencia de Tohei Sensei y todo se esfumaba. De repente, no tenía ni idea de lo que creía saber. 

Básicamente, Tohei Sensei siempre ha enseñado que el principio fundamental es que nada es permanente; todo cambia. Los tres principios del universo son: siempre está expandiéndose, siempre está contrayéndose, y este proceso está en cambio constante. Así que, obviamente, si intentamos sujetarnos a una determinada comprensión fija de algo como respuesta final, vamos a estar muy confundidos y desilusionados.

Tal vez, cuando tenemos una experiencia y nos enseña algo que valoramos, aprendemos algo … Digamos que tenemos una experiencia profunda de estabilidad o unidad con el universo. Más tarde, hay la tentación de repetir esa experiencia, con la esperanza de que forme parte de nosotros. Por supuesto, el recuerdo de esta experiencia ya forma parte de nosotros. Pero la memoria no es algo vivo. Por lo tanto, necesitamos tener la experiencia de nuevo. 

Todos nacemos con el Punto Uno en el bajo abdomen, esa puerta de entrada de lo finito a lo infinito. En el Shokushu que acabo de leer, Reiseishin, Tohei Sensei dice: “Como seres humanos se nos ha dado una mente que está directamente conectada con el universo.” Todos nacimos unificados, conectados. Y esto no es sólo mente y cuerpo unificados, sino que Tohei Sensei está diciendo aquí que la mente universal y la mente pequeña están unificadas. Todos nacemos con esta condición, y cualquier cosa que hagamos para tratar de precisar eso o identificarlo desafía su propia naturaleza, la cual es un centro vivo y cambiante de todo el proceso. 

Este Punto Uno es un don. Todos en el mundo nacemos con esta conexión. La experimentamos todo el tiempo, pero como la mayoría de la gente no practica, no la reconoce. Cuando Suzuki Sensei me enseñó por primera vez sobre el Punto Uno y me ayudó a experimentarlo guiándome un poco, me parecía que ya estaba familiarizado con la experiencia que él llamaba ” Punto Uno”. Por supuesto, mi capacidad de descansar en el Punto Uno era muy pequeña en ese momento. Yo me distraía fácilmente de esa sensación de reposo. Naturalmente, no nos lanzamos a la capacidad plena de descansar en el Punto todo el día. Tenemos que practicar. Empezamos con la Respiración Ki, la Meditación Ki, ir a clase todo el tiempo, y poco a poco empezamos a forjar esa capacidad. Esta capacidad de descansar en este Punto Uno es una especie de paz, una especie de alegría incluso. No importa lo que surja en nuestra vida, dentro de nosotros o en apariencia fuera de nosotros, aprendemos a experimentarlo con ecuanimidad cuando descansamos en el Punto. 

Sin embargo, y este es un punto importante, no significa que tratemos de poner fin a nuestras reacciones a lo que surge. Si intentamos poner fin a nuestras reacciones a lo que surge, lucharemos, porque inmediatamente estamos viendo nuestra emoción como algo separado de nosotros, un objeto y algo que tenemos que controlar o incluso eliminar. Y en cuanto haya esa separación, volvemos a sufrir. 

Así que, el punto de todo esto es que aprendemos sencillamente a descansar en el Punto Uno. No importa lo que surja, permitid que surja, permitid que pase a través de nosotros, dejad que haga lo suyo. Lo maravilloso es que, cuando experimentamos el Punto Uno, mientras más capacidad tengamos para hacerlo, más cosas surgen y luego pueden pasar. Eso no significa que ya no nos enfadamos. Puede que nos enfademos, pero en seguida podemos dejarlo pasar. Descubrimos que el problema no es la emoción, sino la falsa narrativa que la rodea y que nos permite sujetarnos a ella durante años, en algunos casos durante toda la vida.

Hay otra cosa que me gustaría decir sobre esto y es que a menudo imaginamos que la condición universal, llamada Reiseishin, está lejos de nosotros, porque no aparece a nuestros sentidos. No podemos entenderlo. Sin embargo, lo infinito no está en algún lugar fuera o lejos. Decimos “universo infinito”, y cuando usamos esas palabras, tal vez lo concebimos como lejano, pero en realidad no hay “allá afuera y acá adentro”. Lo que no está aquí, no está allí. Todo está aquí, ahora mismo en nuestra presencia. Se dice que “el anhelo espiritual es como ser un pez en el agua mientras se anhela la humedad.” 

Tenemos la opción de descansar en el Punto o no descansar en el Punto. Eso significa tener consciencia en el momento presente o no tenerla … ser ignorante de ello o no. Aún si podemos captar esto como una idea, de todas maneras podemos ser ignorantes de la experiencia de ello. Por lo tanto, esa elección de estar en el Punto o no debe ser elegida por nosotros en cada momento. Y esta no es una condición que podemos alcanzado mediante esta elección. No es algo que falta y luego lo adquirimos. Es una condición natural que ya existe pero que no se reconoce por lo que es. 

En la antigua tradición espiritual, se dice que los cuatro aspectos de la mente son: 

Está tan cerca que no podemos verla,
Es tan profunda que no podemos comprenderla,
Es tan sutil que no podemos aceptarla,
Es tan sencilla que no podemos creerla. 

Estas son cuatro razones por las que nos resulta tan difícil ver qué es la mente, y se aplican directamente al Punto Uno. Experimentar el Punto Uno es “conocer” la mente. Por supuesto, lo que descubrimos es que no hay nada que “conocer”. “No podemos verla, ni comprenderla, ni aceptarla, ni creerla. Está demasiado cerca de nosotros. Es nuestra propia naturaleza. Desde que nacemos la experimentamos. Y sin embargo venimos al Aikido y pensamos que tenemos mucho trabajo que hacer para aprender a estar en el Punto. Sólo tenemos que dejar ir todas esas suposiciones con las que nos hemos atiborrado la mente y volver a lo básico. Lo básico significa estar presente. 

Bien. Si tenéis alguna pregunta o comentario, por favor, compartid. 

Alumno: Sensei, ¿podría comentar las diferencias de las dos mentalidades a las que se refería? Me refiero a la diferencia entre la mentalidad que quiere lograr algo y la mentalidad que, digamos, reside en el Punto Uno. 

El impulso que quiere lograr algo notable y el impulso que quiere hacer claro el camino del universo no son el mismo. La fuente de esos dos impulsos tampoco es la misma. El logro es una acción, y es creativa. Eso suena bien, pero el impulso de lograr algo está sutilmente contaminado. El logro siempre se manifiesta coloreado por la ambición del beneficio propio. Cuando queremos conseguir algo personalmente, estamos haciendo una suposición sobre la naturaleza del ser humano, y esa suposición es que hay algo que debemos ganar, conseguir, adquirir para ser plenos. 

Aquí se encuentra la paradoja. Para un ser humano, no hay nada que se tenga que lograr. Lo tenemos todo. Y sin embargo, al principio, si no practicamos con un objetivo como la esperanza sincera en el corazón, no hay movimiento hacia adelante. Practicar con atención sincera en el corazón nos acerca cada vez más a nuestra naturaleza original. Al principio, todo el mundo debe tener este objetivo para practicar, ya que sin él, nunca entrenaremos. Sin embargo, esto es como tratar de adquirir algo y al mismo tiempo alejarlo. Tener una meta, una esperanza, es empujar lo que ya tenemos hacia el futuro, sólo para obtenerlo más tarde. El “más tarde” nunca se vive. 

Alumno: Sensei, usted dice que el Punto Uno es el punto en el abdomen inferior, pero también es descansar en la conciencia, así que, para mí, creo que puedo estar localizándolo demasiado. Si es un punto aquí, [señala la parte inferior del abdomen] ¿donde está el descanso en la conciencia o cómo se relacionan? 

Tohei Sensei diría que el centro de la conciencia está aquí [señala la parte inferior del abdomen]. Esto es donde experimentamos este descanso en el Punto Uno. Es el centro de la conciencia misma. Por lo tanto, cuando digo que tenemos que hacer una elección de estar en la conciencia o no, significa lo mismo que hacer una elección de experimentar el Punto o no. Todas las demás elecciones que hacemos son respuestas condicionadas. Si dices que esta elección también implica un condicionamiento, entonces diría que es cierto sólo si la elección está condicionada a lograr algo. 

“Descansar en la conciencia” es descansar en esta condición y no es un tipo de descanso en el pensamiento. Como has escuchado tantas veces, el Aikido es de la experiencia, como un sentimiento, no como el pensamiento. En última instancia, es conocimiento sin objeto de ese conocimiento. Es una conciencia sin objeto. Es simplemente descansar en el conocimiento mismo. No se trata de conocer alguna cosa específica. Es descansar en un estado mental que es original, desde antes del principio, y es infinito. Esta es nuestra condición natural. No es algo que se tenga que averiguar, obtener o lograr. 

Alumno: Entonces, Sensei, ¿puede decir cuál es la diferencia entre lo que los japoneses llaman el “hara”, y el Punto Uno? 

Sí, hara se refiere a toda la zona abdominal. El Punto Uno es el centro mismo de la parte más baja de esa zona, el bajo vientre. Así es como lo expresamos, pero de nuevo, si miramos allí, no hay nada físico que encontrar. Es una experiencia del cuerpo mental a la que nos referimos. Si te resulta difícil de entender, puede ser porque te resulta difícil considerar la mente y el cuerpo como uno solo. 

Alumno: Me he dado cuenta de que en el Shokushu, dice que esta es “una postura en la que no se enfoca en la parte inferior del abdomen”. ¿Es eso correcto? 

Esto significa que no hay que ir por ahí pensando: “Punto Uno, Punto Uno, Punto Uno”. A Tohei Sensei le gustaba decir: “Dasupanashi”, que básicamente significa que no tenemos que cerrar el grifo de agua, sino que podemos “dejarlo correr”. Cuando abrimos el grifo, no tenemos que sostenerlo abierto. Simplemente lo abrimos y sigue corriendo hasta que lo cerramos.

Otra cosa es que debemos evitar pensar en nosotros mismos como el sujeto y en este Punto Uno como el objeto. Ahí es donde se vuelve peligroso. Cuando pensamos en “enfocar en el Punto Uno”, esa forma de ver se refiere a dos cosas, “un yo, quien enfoca” y el “Punto Uno”, un sujeto y un objeto. Es muy difícil evitar pensar de esta manera de sujeto/objeto. Con la práctica, el Punto Uno no se ve como un objeto de nuestra conciencia, sino que se experimenta como el centro mismo de nuestra conciencia. Esta es una manera muy diferente de experimentar la vida. El Punto Uno no es el objeto de nuestra atención. Es el centro mismo de nuestra atención. No sólo eso, sino que esa conciencia puede ser experimentada ni como sujeto ni como objeto. Entonces, ¿qué es? 

Es fácil interpretar mal esto, cuando todavía estamos acostumbrados a ver todo desde la perspectiva de sujetos y objetos verificables. Como ya he mencionado, los alumnos me comentan a menudo lo frustrante que es para ellos, y siempre lo es porque han convertido el Punto Uno en un objeto, con ellos mismos como sujeto, y esto hace que sea muy difícil experimentarlo plena y libremente sin sentir la necesidad de adquirirlo, y luego de conservarlo, de sujetarse a él. 

El Punto Uno en el bajo vientre ya es nuestra condición original con la que hemos nacido. Vamos a honrarlo de esa manera. 

Muchas gracias. Vamos a acabar.